Cuatro de los pasajes más extraordinarios de toda la Biblia son Efesios 2:8-9, Romanos 6:23, Romanos 5:15-18 y Juan 10:4, porque todos llaman a la Vida Eterna un regalo:
Efesios 2:8-9
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Romanos 6:23
23 Porque la paga del pecado es muerte; mas el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 5:15-18
15 Así también fue el don, mas no como el pecado. Porque si por el pecado de uno muchos murieron, mucho más la gracia de Dios abundó para muchos, y el don de gracia por un hombre, Jesucristo.
16 Y el don, no fue como por uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino por uno para condenación, mas el don es de muchos pecados para justificación.
17 Porque si por un pecado reinó la muerte, por uno; mucho más los que reciben la gracia abundante y el don de la justicia reinarán en vida por uno, Jesucristo.
18 Así que, como por el pecado de uno vino la condenación a todos los hombres, así también, por la justicia de uno, vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida.
Juan 4:10
10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva.
El pasaje en Juan 4:10-14, donde el "agua de vida/agua viva" se usa para referirse a la Salvación, es especialmente notable debido a la referencia paralela en Apocalipsis capítulo 22. En uno de los últimos versículos de la Biblia, se hace un llamamiento final a confiar en el Salvador, y se reitera la gratuidad del don de la Salvación:
Apocalipsis 22:17
17 Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiere, tome del agua de la vida gratuitamente.
Un versículo final que habla sobre la gratuidad de este maravilloso regalo es Romanos 3:24, donde se nos dice que somos justificados gratuitamente, totalmente sin costo para nosotros mismos, por el Salvador:
Romanos 3:24
24 Siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Cristo Jesús;
Claramente, Dios quería recalcar que no solo la salvación es un regalo, sino que este regalo es un verdadero regalo: ser completamente gratis. Dios deja en claro que Él no es un "dador indio", alguien que llama a algo un regalo solo para recuperarlo más tarde.
Es casi una tontería preguntar, pero ¿quién paga un regalo? ¿El que lo da o el que lo recibe? La respuesta es obvia. Si el destinatario tuviera que pagar siquiera un centavo por él, dejaría de ser un regalo. Nuestra salvación fue comprada por la sangre de Jesucristo en la cruz, y fuimos rescatados del juicio y del infierno:
Marcos 10:45
45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos.
La ira de Dios cayó sobre Jesús en nuestro lugar (1 Pedro 2:24: 2 Corintios 5:21). Por eso la Biblia dice que somos comprados por precio (1 Corintios 6:20, 7:23), ese precio es la sangre de Cristo (Hechos 20:28). Ese pago por los pecados, que la resurrección de Cristo demostró que estaba totalmente cumplido, es lo que nos permite ser justificados gratuitamente. Es gratis para nosotros debido al terrible precio que Jesucristo pagó en su totalidad.
Los defensores de la teología de la gracia gratuita (llamada peyorativamente "creencia fácil") a menudo son acusados de enseñar "gracia barata". Esto lo dicen aquellos que en realidad la degradan aferrándose a los harapos de inmundicia de su propia justicia (Isaías 64:6) para justificarse a sí mismos en lugar de descansar en el pago de Jesucristo. No es barato, es gratis, porque el precio lo pagó en su totalidad Cristo. Por eso murió en la cruz.
Esto es como que Carlos Slim le ofreciera una mansión por valor de $ 70 mil millones, y usted está tratando desesperadamente de darle el poco dinero que tiene para pagar por ella. Eso arruinaría y abarataría el regalo, porque estás siendo grosero y descortés, en lugar de simplemente aceptarlo humildemente porque es obvio que nunca podrás devolverle el dinero. Cualquier intento de hacerlo es simplemente que estás demasiado orgulloso para aceptarlo de plano.
Supongamos que te doy un regalo, pero como advertencia digo: "Para aceptar este regalo, debes escuchar todo lo que digo por el resto de tu vida, de lo contrario no puedes tenerlo".
Ha dejado de ser un regalo y ahora es un contrato con una recompensa al completar los términos. Si la salvación es un regalo, aceptarla no tiene términos ni condiciones. No tiene estipulaciones ni requisitos. No tienes que hacer nada por Jesucristo en toda tu vida después de aceptarlo, de lo contrario ha dejado de ser un regalo.
La salvación no es un programa de intercambio donde le das tu vida o voluntad a Jesús y a cambio obtienes Vida Eterna. Eso no es un regalo y está lejos de ser gratis.
Si alguien te diera un obsequio, pídelo de vuelta, por cualquier motivo, no se puede llamar obsequio. Fue un préstamo. Si le das un regalo a alguien, esa cosa le pertenece ahora. Recuperarlo sería un robo. Si les dijiste que era un regalo, y en realidad era un préstamo, te convertirías en un mentiroso. Dios no es un ladrón ni un mentiroso.
Además, si tengo Vida Eterna y la pierdo en cualquier momento en el futuro por cualquier motivo, entonces no debería llamarse Vida Eterna. No duró para siempre. Debe llamarse vida temporal o de prueba. Afortunadamente, la Biblia nos asegura que podemos saber que tenemos la vida eterna ahora mismo como posesión presente:
1 Juan 5:13
13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
Juan 6:47
47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí tiene vida eterna.
Juan 3:36
36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Juan 5:24
24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Si el tiempo presente tengo Vida Eterna y la pierdo, entonces Jesús no debería haberlo llamado eterna porque eso era una mentira. No duró para siempre. Recuperó el regalo.
No, Jesús no se anda con rodeos. Cuando dijo regalo, quiso decir regalo. El perdón perfecto y completo ante Dios y la vida eterna es un regalo que no nos cuesta nada, no tiene ataduras y nunca jamás se puede perder (Juan 10:28, Efesios 1:13-14, 4:30). Los dones de Dios nunca se rescinden:
Juan 5:24
29 Porque sin arrepentimiento son los dones y el llamamiento de Dios.
¿Cómo puede ser esto algo menos que la noticia más grandiosa en todo el universo - que en lugar de depender de nuestros propios esfuerzos - que nunca podrán justificarnos (Gálatas 2:16) - para llegar al cielo, simplemente podemos poner nuestra confianza en el Salvador? que Dios proveyó, y Él nos da vida eterna. Gracias a Dios que la Vida Eterna es un regalo gratuito.